En las últimas semanas tomó relevancia información acerca de ataques importantes de Rachiplusia nu (oruga medidora) en cultivos de soja. Por eso acudimos, una vez más, a nuestra base de datos para analizar los ataques de esta plaga.
Observando los registros de nuestros usuarios en los meses de enero hasta marzo, los insectos fueron las adversidades que más veces se detectaron en los monitoreos, y dentro de ellos las orugas fueron las dominantes.
Es importante recalcar que en la campaña anterior y en esta misma altura del año, las orugas y el complejo de chinches también eran las categorías con mayor nivel de detección, pero con valores superiores a los que se vienen registrando en esta campaña.
Como podemos ver en el gráfico, en esta campaña se han detectado casi un 10% menos de monitoreos con orugas y un 12% menos de chinches que en la campaña anterior.
Como mencionamos al inicio de este informe, la intención es ver qué es lo que ha pasado con las orugas en las últimas semanas.
Focos de orugas en los últimos 15 días
La distribución de las orugas es generalizada a lo largo y ancho de la zona agrícola de Argentina. Este mapa de calor muestra dónde se fueron reportando monitoreos con algunas de las orugas que atacan al cultivo de soja.
Analizando el detalle de estos monitoreos, vemos a Rachiplusia como la plaga de mayor detección en estos meses que evaluamos.
También vemos que es una situación que se repite en el correr de los años, pero a diferencia de la campaña anterior (por ahora), se ha visto un menor ataque de Spodóptera tanto cosmioide como frugiperda.
Si examinamos con más detalle los meses que estamos analizando, podemos observar que casi desde mediados de enero se dio un aumento considerable de la detección de esta plaga y que muestra un comportamiento diferente a la observada en el año anterior. Mientras que en la campaña pasada a esta altura se mostraba una disminución en las detecciones de rachiplusia, en la campaña actual se nota un crecimiento exponencial en la positividad.
El gráfico muestra un aumento en la positividad de más del 70% en la segunda década de marzo (del 10 al 20) y más de un 20% en la primera década.
¿Estamos frente a un cambio en el comportamiento de esta plaga o es un efecto año? Sin dudas el registro y análisis de la información nos va a permitir contestar esta pregunta.