La Chicharrita del maíz fue la vedette de las adversidades en esta campaña 23/24. Con más de un 20% cosechado a nivel nacional, el análisis de SIMA arroja resultados contundentes.
En boca de todos, sin dudas la chicharrita del maíz dio qué hablar durante la campaña 23/24. La Chicharrita (Dalbulus maidis) representa una de las principales plagas del cultivo de maíz en zonas tropicales y subtropicales que se ha expandido en las últimas campañas desde el norte del país a regiones edafoclimáticas menos predisponentes para su radicación.
La plaga ha despertado preocupación entre productores y técnicos no sólo por su expansión y el daño mecánico que produce por sí misma, sino también por su capacidad de transmitir el patógeno responsable del Achaparramiento del maíz.
La enfermedad Spiroplasma kunkelii o Achaparramiento del maíz, es una de las enfermedades más importantes de la gramínea ya que afecta significativamente su producción y rendimiento.
El 75% de los registros de la plaga pertenecen a siembras de segunda o tardías.
Analizando la información relevada por los usuarios de SIMA de Argentina en la campaña 23/24, el primer registro de chicharrita fue el 04 de enero en la región del NOA, con una propagación hacia el sur del país durante los meses restantes del verano para llegar finalmente a las provincias de Santa Fe, el norte de Buenos Aires e incluso Entre Ríos.
Mapas: aparición de Dalbulus maidis durante la campaña 23/24 (Fuente: SIMA)
Los daños mecánicos causados por las chicharritas pueden llevar a lesiones en los tejidos de las plantas y consecuentemente afectar el crecimiento del maíz al reducir área foliar, aumentar los riesgos de estrés hídrico y pérdida de materia seca, y hasta causar la muerte de plántulas recién implantadas, daños que se incrementan con altas densidades en siembras tardías.
Según la base de datos de SIMA, la Chicharrita tuvo su mayor presencia sobre los maíces de segunda y tardíos sembrados en las últimas semanas del año 2023 o las primeras del 2024.
Los datos arrojan la detección de chicharritas en un 11,32% de las campañas de maíz de segunda. Mientras que el 75% de las campañas donde se registró la adversidad pertenecen a siembras de segunda o tardías. |
Asimismo, las plantas infectadas pueden presentar diversos síntomas y malformaciones en su desarrollo y reproducción que terminan por impactar en la productividad del cultivo causando pérdidas de rendimiento superiores al 70%.
No obstante, su verdadero impacto en el rendimiento aún no queda del todo claro, es decir, analíticamente no se halla una correlación alta entre la presencia de la plaga y el rendimiento que los usuarios de SIMA han estimado a campo en el mismo momento que declararon la presencia de la adversidad.
Gráfico: Porcentaje (%) de incidencia -número de plantas con presencia de la adversidad- (Fuente: SIMA)
Ni presencia, ni abundancia: todo está en la transmisión
Los datos recolectados por los usuarios en la plataforma de SIMA, confirman el hecho de que el principal riesgo de la plaga no es su presencia ni su abundancia, sino lo que ella transmite. La chicharrita funciona como vector de la enfermedad Spiroplasma y puede ocasionar infestaciones durante toda su vida.
Es por ello que, la probabilidad de transmisión se incrementa con el aumento poblacional y uno de los principales métodos de manejo es el control del tamaño de las poblaciones de individuos para lo que se debe ser eficientes en la realización de monitoreos precoces.
Mapas: Izq. Distribución de lotes con presencia de Dalbulus (verdes) y Spiroplasma (rojos). Der. Ubicación de lotes en función de fechas de siembra (Fuente: SIMA)
Analizando la información de la distribución de lotes con presencia de Chicharrita (puntos verdes) y lotes registrados con presencia de Spiroplasma (puntos rojos), resulta llamativo la concentración de la enfermedad en la región central del país (mapa izquierda); concentración que copia a la perfección la distribución de los lotes con maíces de segunda o tardíos.
En vegetativo la Chicharrita y en reproductivo Spiroplasma
Tal como lo indica la bibliografía, el equipo de data science de SIMA ha logrado evidenciar, a través de la base de datos, que la chicharrita del maíz ataca al cultivo en etapas tempranas pero que la enfermedad se expresa en estadíos más avanzados.
Gráfico: Detección de Spiroplasma y chicharrita según fenología (Fuente: SIMA)
Ambas adversidades registradas en la campaña 23/24 dibujan una distribución normal donde la chicharrita se detectó en etapas tempranas del cultivo, mientras que spiroplasma se comenzó a ver sobre las etapas reproductivas. Por ello, es crucial detectar a campo las primeras apariciones ya que las infecciones tempranas son las que causan mayores daños.
Según los registros en SIMA, la primera detección de la enfermedad se dio el 10 de febrero mientras que a mediados de marzo se dieron los picos máximos para Spiroplasma marcando para el 17 de marzo un 36% de los monitoreos de enfermedades con presencia de la adversidad, en tanto que en la semana siguiente la positividad fue de más del 50%.
Como se mencionó anteriormente, es la enfermedad quien genera los grandes impactos en el rendimiento, y es por tal motivo que otro de los análisis consistió en evaluar los datos de incidencia y severidad registrada por los usuarios y cruzarlos con los datos de rendimiento estimado para los mismos monitoreos.
Gráfico: Correlación entre nivel de infección y rendimiento estimado (Fuente: SIMA)
Como se puede observar en el gráfico, sobre una base de monitoreos en 40 lotes diferentes que detectaron Spiroplasma, se desprende que existe una fuerte correlación entre las variables frente al rendimiento, de -0.67 y -0.64 tanto para la severidad como para incidencia respectivamente. De la misma manera, ambas correlaciones son negativas, lo que demuestra que a mayor nivel de severidad o incidencia, menor es el rendimiento estimado.
Por su parte, las ecuaciones de regresión (Severidad: 6.680 -53.02x; Incidencia: 7.301 -44.67x) afirman que la severidad tiene un mayor impacto en el rendimiento que la incidencia.
En cuanto a la elección del híbrido -una de las estrategias de manejo para el control de esta enfermedad- el análisis no permite llegar a conclusiones irrefutables por falta de un mayor número de N. No obstante, se puede arribar a que existe una diferencia en el comportamiento de los diferentes híbridos analizados.
Gráfico: Relación entre severidad y rendimiento según variedad (Fuente: SIMA)
Algunas conclusiones de la campaña
- Se confirma el avance de la plaga desde el NOA hacia la región núcleo y central.
- En el 11,32% de las campañas de maíz de segunda registradas en SIMA, se detectó chicharrita.
- El 75% de las campañas donde se registró la adversidad, pertenecen a siembras de segunda o tardías.
- No existe fuerte correlación entre la presencia de chicharrita y las estimaciones de rendimiento que los usuarios hicieron a campo.
- Mayor concentración de Spiroplasma en la región central, coincidente con la distribución de los lotes de segunda o tardíos.
- La chicharrita ataca al cultivo en etapas tempranas pero la enfermedad se expresa en estadíos más avanzados.
- Existe fuerte correlación entre severidad e incidencia frente al rendimiento (-0.67 y -0.64 respectivamente)
- A mayor nivel de severidad o incidencia, menor es el rendimiento estimado.
- La severidad tiene un mayor impacto en el rendimiento que la incidencia.
- Existen diferencias en el comportamiento de los diferentes híbridos frente a la enfermedad.