Imaginá una gran caja de engranajes perfectamente sincronizada. Una maquinaria invisible pero poderosa, diseñada para que cada etapa del ciclo agrícola se conecte con la siguiente sin fricciones, sin papeles, sin errores. Así funciona SIMA.
La máquina que hace girar el campo.
¿Ya la imaginaste? Así es como funciona SIMA, el ecosistema digital que integra todos los procesos del campo en una sola plataforma: siembra, monitoreo, órdenes de trabajo, clima, cosecha, postcosecha y agricultura de precisión. Pues, en el corazón de SIMA, todo encaja. Cada dato alimenta una decisión. Cada decisión genera eficiencia.
El día en el campo comienza mucho antes de que el primer tractor arranque. El campo no descansa. El campo se despierta con decenas de preguntas: ¿cómo está la humedad del lote?, ¿hay plagas nuevas?, ¿qué tarea no puede esperar? Antes, esas dudas quedaban dispersas en papeles, llamadas y recorridas. Hoy, todas confluyen en un mismo lugar: el centro de comando de SIMA.
| “Como un cerebro digital, SIMA recibe información desde múltiples sentidos”. |

El asesor agronómico sube sus observaciones de campo. Los sensores aportan datos de humedad y clima. El productor revisa alertas sanitarias. Los contratistas cargan avances de siembra, pulverización o cosecha. Cada input llega a esta plataforma, que procesa, organiza y transforma ese ruido en decisiones claras.
De ese procesamiento nacen las órdenes: una aplicación precisa contra roya, una siembra en la ventana óptima, una fertilización programada en el momento justo. Lo que antes eran discusiones interminables, se resuelve en segundos: un click en SIMA y el contratista recibe la tarea directamente en su celular.
Pero el cerebro no solo coordina. También guarda memoria. Cada acción registrada queda en el historial del campo, alimentando el cuaderno digital y garantizando trazabilidad para auditorías, certificaciones o exportaciones. Esa memoria evita repetir errores, facilita el aprendizaje y abre la puerta a mercados cada vez más exigentes.
Al final del día, cuando las máquinas descansan, SIMA sigue activo. Procesa lo que ocurrió y prepara al equipo para lo que viene. Anticipa riesgos, alerta sobre enfermedades, muestra qué lote necesita atención inmediata. El productor ya no navega a ciegas: cuenta con un mapa vivo que late al ritmo de cada hectárea.
El futuro de la agricultura es complejo, incierto y lleno de desafíos. Pero en medio de esa complejidad, el campo encontró un aliado: un cerebro digital que transforma datos en decisiones, coordinación en eficiencia y registros en confianza. Ese cerebro se llama SIMA.
Del lote al dato: cómo giran los engranajes de SIMA
El ciclo comienza con la siembra, el primer engranaje. SIMA registra variedades, fechas, densidades, dosis y lotes, construyendo la base sobre la que girará toda la producción.
Luego entra en juego el monitoreo, ese ojo digital que recorre los lotes y captura la información del campo en tiempo real. Malezas, plagas, enfermedades: todo queda registrado, georreferenciado y disponible para actuar rápido.
El siguiente engranaje son las órdenes de trabajo. Desde el celular o la computadora, el productor o asesor planifica las tareas, las asigna y hace seguimiento del estado de ejecución.
Nada queda al azar: todo fluye, como una cadena bien lubricada.
El módulo SIMA GIS —la nueva generación de agricultura de precisión— es el engranaje que multiplica la potencia del sistema. Permite mapear ambientes, analizar suelos, generar prescripciones de dosis variables y visualizar datos en mapas interactivos. En un clic, el lote cobra vida en forma de datos.
| “SIMA no es una plataforma más: es el motor que hace girar los datos del campo hacia decisiones inteligentes.” |
El clima aporta contexto: pronósticos, lluvias y temperaturas se integran a la gestión, ayudando a planificar aplicaciones o cosechas según el momento óptimo.
Y cuando llega la cosecha, SIMA continúa girando: recopila datos de rendimiento, analiza los resultados y los compara con campañas anteriores.
Por último, el engranaje de postcosecha cierra el ciclo, conectando la trazabilidad, la calidad y la comercialización. El resultado: una visión 360° del negocio agrícola.

Una maquinaria digital que impulsa la eficiencia y la sustentabilidad
En una era donde los datos son el nuevo combustible, SIMA funciona como una gran maquinaria digital que transforma información en eficiencia.
Cada módulo, cada engranaje, trabaja en conjunto para reducir costos, aumentar la productividad y fortalecer la sustentabilidad.
La integración entre agricultura de precisión, gestión operativa y análisis climático convierte a SIMA en una herramienta estratégica para productores, asesores y empresas agropecuarias que buscan profesionalizar su gestión.
Ya no se trata solo de registrar: se trata de comprender y anticipar.
De conectar el pasado con el presente y proyectar el futuro.
Porque cuando todos los engranajes trabajan juntos, el campo se mueve hacia adelante.
| “SIMA es más que software. Es la inteligencia que hace girar la agricultura del mañana.” |




