En el tablero del auto, la temperatura marca 40 grados. Los campos a los costados, dan fe de un stress climático, que pide agua a gritos. Revisamos la app del smartphone y la ansiedad de esperar aún una infinidad de días consecutivos sin lluvias nos lleva a hablar, entre pandémicos mates personales, sobre las dificultades de planificar con tantas eventualidades impredecibles.
Al llegar, el Responsable de Producción y Servicios Sebastián Sibau, junto a dos integrantes del cuerpo técnico, nos esperan para salir a recorrer los lotes. Pasamos por campos de trigo, soja de segunda, girasol y enseguida comenzamos a charlar sobre uno de nuestros temas favoritos: innovación.
Inclinarse por una u otra tecnología cuando la oferta es tan grande, puede ser una tarea titánica. Sebastián nos cuenta cómo adoptan con foco en la escalabilidad de los procesos. Tengamos en cuenta que Berardo cuenta con unas 40 mil hectáreas productivas, compartidas con socios, que trabajan junto a más de 90 empleados. La comunicación, transparencia, integridad y confianza son entonces primordiales para poder construir una agricultura de forma colaborativa.
Jésica Gonzalo, una de las líderes del equipo de gestión de Berardo, nos amplía en esta entrevista su visión sobre la cultura de la empresa, y cómo atraviesan esta transformación digital irreversible que está viviendo el agro.
Ante nuestra consulta sobre los cambios que atraviesa la empresa, Jésica nos responde: “La necesidad de estar continuamente capacitándonos, actualizando el saber, se vuelve necesario. No solo el saber, sino el trabajo en equipo, la comunicación, conocer el impacto de variables externas en lo que hacemos, planificar, organizar, ejecutar y estar abiertos a realizar mejoras cuando algo no fue contemplado. La información actualizada al momento, para conocer cómo vamos, poder realizar cambios, informar y tomar decisiones. Es imprescindible buscar aplicaciones, herramientas, que nos hagan la tarea más automática y confiable; no sólo para nosotros, sino para que nuestros socios también estén informados.
Es por eso que la necesidad de aprender de tecnología, implementarla, hacer que todos se sumen, sacarle el mejor uso a esa información se convierte en un desafío pero que para nosotros, ya tiene sus grandes ventajas. El equipo acompaña, sugiere mejoras, se involucra y eso sin dudas genera una gran tracción. Esto nos ha permitido unificar criterios, llevar registro, acompañar la diaria del encargado de campo con sus pedidos de trabajo: labores, aplicaciones, pedido y avances de siembra y cosecha, historial del campo, entre otras actividades”
Creo firmemente que es el entusiasmo lo que hace que el esfuerzo valga, que se movilice la gente. Si no hay gente a la que le enamore el proyecto es difícil. A su vez la aplicación debe ser sencilla: tiene que haber gente al servicio del otro lado, que te dé respuestas, que te ayude a mejorar lo que tenés, a buscar soluciones juntos. Estar cercano al proveedor del servicio facilita muchísimo la implementación.
Jésica Gonzalo – Líder de Gestión de Berardo Agropecuaria
Pero Jésica sabe que no es una tarea fácil: “Los cambios llevan su tiempo, la implementación de tecnología va cambiando la cultura del hacer. Es necesario tener esa mirada a largo plazo de lo que queremos lograr, para valorar los pasos que fuimos dando hasta el punto que hoy nos encontramos y hacia donde queremos seguir”
¿Cómo se dividen las tareas? ¿Comparten tareas y funciones entre los diferentes sectores de la empresa?
Lo elemental es la dinámica que se da entre los coordinadores de áreas y el equipo de gestión. Hemos implementando una presentación por semana de media hora, donde el responsable de cada área (que en muchos casos agrupa varias unidades de negocio) comparte los avances sobre los objetivos y los próximos hitos importantes; y los demás realizan aportes, comentarios y preguntas. Esto nos ha permitido que, en una reunión corta semanal, cada uno informa los avances, abre preguntas y se nutre de otras miradas: todos están informados. Luego, los responsables de cada área trabajan internamente, dependiendo de los objetivos y perfiles, con diferentes dinámicas y frecuencia.
Por otro lado, realizamos reuniones previas a los hitos importantes para preparar la logística previa a la siembra de cada cultivo y cosecha. Una vez terminado, revisamos qué nos salió bien y qué nos proponemos mejorar. Es necesario que el diagnóstico venga desde quienes participan de las actividades para hacernos parte de la solución.
¿Qué obstáculos tuvieron que superar en la adopción de tecnologías?
El cambio es algo que todos deseamos, pero cambiar no es tan sencillo. Lo que siempre debe haber es un enamorado de la idea, que la pueda llevar adelante y contagiar. También la gerencia de la empresa debe estar convencida de esta implementación para acompañar, sostener y promover los avances, mostrar para qué nos sirve estar haciendo eso que hacemos.