Según datos recopilados por SIMA, los maíces de octubre fueron los más rendidores en las últimas 3 campañas. ¿Puede haber un patrón similar en la 2024?
La campaña de maíz 2023/24 comenzó con algunos traspiés. Las tan esperadas lluvias de principios de primavera se hicieron rogar y no llegaron oportunamente para las primeras implantaciones ocasionando demoras e interrupciones en el arranque de los maíces tempranos.
Sin embargo, los meses de noviembre y lo que va de diciembre fueron cubriendo un manto de esperanza sobre la gruesa con lluvias de relativa periodicidad y buenos volúmenes que permitieron recargar los perfiles de a poco y mejorar los mapas de reservas de humedad del suelo.
Bajo el escenario actual se podría pensar en la concreción de intención de siembra de 10,4 millones de hectáreas estimadas (magyp.gob.ar) de las cuales 7 millones serían con destino a grano comercial.
Hasta el momento las principales estimaciones arrojan un 60% de superficie sembrada, con siembras tempranas concluidas y un avance de los tardíos a buen ritmo.
El maíz en las últimas 3 Niñas
Bien sabido es que el país estuvo atravesado por el fenómeno La Niña por tercer año consecutivo; un evento de sequía que impactó severamente en las cosechas y en toda la economía del sector en general.
No obstante, analizando la información de SIMA Data collection se pueden ver algunos aciertos en el manejo productivo. Tal es así, que en función de los resultados de las últimas 3 campañas, se pueden observar dos picos de siembra bien marcados, el primero en la segunda quincena de septiembre y el segundo a principios de diciembre.
Sin embargo, lo sorprendente es que los mejores rendimientos se dieron en aquellos maíces sembrados en octubre, que coinciden con el mes de menores siembras reportadas por nuestros usuarios. Esto puede asumir la necesidad de abarcar una serie mayor de años/campañas para el análisis, pero también podría indicar uno de los momentos de repunte de precipitaciones primaverales y recupero de las condiciones del cultivo previo al período crítico.
Para estos años, las medianas de rindes fueron de 8.800 kilos/ha para la 20/21; de 7.500 kilos para la 21/22 y finalmente unos 5.700 kilos para la 22/23, representando claramente la condiciones de sequía que tuvieron que sortear y los rendimientos obtenidos muy por debajo de los potenciales.
Gráficos: % de siembra de maíz por quincena de las últimas 3 campañas (arriba) y mediana del rendimiento por quincena de fecha de siembra (abajo)
Las lluvias traen alivio para la 2024
Esta campaña gruesa 2024 viene a romper con lo ocurrido en los últimos 3 años. Es así que, respecto a la precipitación nacional, el mes de octubre de este año se presentó, en promedio, más seco de lo normal, según reportes del Servicio Meteorológico Nacional. Analizando la serie histórica a nivel país, se aprecia una tendencia negativa, es decir a registrar octubres más secos, en promedio.
Sin embargo, de acuerdo a los modelos estadísticos, en promedio, en el trimestre noviembre-diciembre-enero 2023/24 (NDE), se estima que hay 100% de probabilidad de condiciones El Niño las cuales persistirían hasta al menos inicios del otoño. Las precipitaciones registradas durante todo noviembre y principios de diciembre, afirman esta tendencia y avizoran la continuidad de recargas hídricas para toda la región agrícola.
Pronóstico climático trimestral: noviembre-diciembre-enero 2023/24 (Servicio Meteorológico Nacional)
Tal es así que el centro y norte de Santa Fe, Corrientes, centro y norte de Entre Ríos y también en la zona costera del sur de Buenos Aires alcanzaron reservas adecuadas a óptimas y se mantendrían considerando el pronóstico cercano. El mismo optimismo se mantiene para el centro-norte de Córdoba, sur de Santa Fe, norte y oeste de Buenos Aires y La Pampa donde las reservas aún se registran de regulares a escasas pero con posibilidad de mejora considerando el área con posibles lluvias durante el final de diciembre.
Mapa: reservas hídricas hecho a partir de datos meteorológicos del SMN y del INTA e información de suelos del INTA.
Este panorama pone a los maíces en condiciones de excelente a buena que superan en más de un 20% a la campaña pasada a la misma fecha; y asimismo se estima que el porcentaje de cultivos en condición mala se redujo a un 1%.
Esta situación sumada a las tendencias climáticas para el verano en pleno período crítico de la gramínea, permitiría proyectar buenos rindes finales. Aún así, se empiezan a dar los primeros pasos en la campaña, aún queda un márgen de superficie por sembrar y un largo partido por delante por jugar.