Testimonio SIMA: la Cooperativa Unión Rural de Flores y su transformación digital en el agro uruguayo

La digitalización del agro está transformando la manera de producir, registrar y tomar decisiones en el campo. La experiencia de la Cooperativa Unión Rural de Flores (URF) es un ejemplo concreto de cómo esta transformación es posible y necesaria. En un episodio del podcast Agro Enlace, el Instituto Interamericano para la Cooperación en la Agricultura (IICA) presentó el caso de esta cooperativa como referente en Uruguay.

“La digitalización del agro en acción” no es solo un lema sino una estrategia

En su podcast Agro Enlace, el Instituto Interamericano para la Cooperación en la Agricultura (IICA) puso en el centro de la conversación a la transformación digital en el agro, destacando el caso de la Cooperativa Unión Rural de Flores (URF) como un ejemplo inspirador en Uruguay. 

“La digitalización del agro en acción: compartir para aprender” no es solo un lema, sino una estrategia que el IICA impulsa con convicción, acercando casos concretos que inspiran a otros a seguir ese camino de innovación y crecimiento. A través del testimonio de sus protagonistas, se abordó cómo la incorporación de SIMA ha mejorado significativamente la gestión productiva, validando una vez más la importancia de avanzar hacia una agricultura inteligente y sustentable.

Conscientes del potencial y las brechas tecnológicas existentes, el IICA creó en 2022 el Programa Hemisférico de Digitalización Agroalimentaria, liderado por Federico Bert. “A través de este programa damos apoyo a los países miembros para movilizar una digitalización dinámica, que avance rápido, pero que no tenga impactos negativos”, destaca Bert. El programa desarrolla actividades como webinars, estudios y reuniones para definir acciones concretas, alineados a su objetivo que es acompañar a los países miembros en una transformación tecnológica inclusiva.

La experiencia de URF —con unos 200 pequeños y medianos productores que actualmente usan SIMA (y otros 700 socios potencialmente bajo la misma línea)— demuestra cómo una necesidad concreta puede impulsar el cambio y cómo la agricultura puede mejorar con las herramientas digitales a su favor.

La necesidad de ordenar el trabajo los llevó a encontrar soluciones en SIMA

La URF brinda a sus asociados servicios clave como asesoramiento técnico, venta de insumos, logística, comercialización y seguros. Su equipo técnico, liderado por Elena Loaces e integrado por 11 ingenieros agrónomos, trabaja en el centro-sur de Uruguay, con fuerte presencia en Flores, San José, Florida y Durazno.

Con más de 2.000 chacras monitoreadas, 50.000 hectáreas efectivas en producción, 24.000 visitas técnicas y 7.000 órdenes de aplicación al año, la cooperativa necesitaba digitalizar sus procesos. “Cuando ves ese número tan grande a nivel cooperativa, te das cuenta que el papel es inviable”, destaca Elena como uno de los puntapiés iniciales hacia la digitalización. Como explica la ingeniera, era fundamental homogeneizar criterios técnicos, agilizar registros, facilitar reportes y dejar atrás el papel. Así, el uso de herramientas como SIMA se volvió clave para una gestión más eficiente y segura.

Impulsada por el deseo de mejorar, la Cooperativa exploró soluciones digitales y encontró en SIMA una herramienta alineada con sus necesidades. Uno de los principales desafíos era la falta de conectividad en algunas zonas, y SIMA ofrecía la ventaja de funcionar sin conexión a internet. Además, según Loaces, la plataforma es amigable, útil en campo, permite registrar fotos y generar reportes, lo que brinda mayor respaldo técnico ante reclamos o problemas en las chacras. “Tuve una no muy feliz experiencia que se me prendió fuego la camioneta y el bibliorato donde tenía registro de las chacras, y eso fue lo más claro, de decir se desaparece todo”, recuerda trágicamente Loaces. 

alt="Productores de URF utilizando herramientas para la digitalización del agro"

Objetivo logrado: centralizar registros, homogeneizar criterios y conectar áreas clave en la cooperativa

Para Elena, lo más relevante del uso de la herramienta digital es que permitió centralizar y homogeneizar los registros de campo, un objetivo clave para la Cooperativa URF. “Ya tenemos cargada la base de productores, establecimientos y chacras. Cada técnico inicia su campaña sobre esa base y registra todas las actividades: visitas, avances de siembra, órdenes de aplicación, monitoreos, control de stand y avance de cosecha”, detalla la responsable del equipo técnico.

Además, han comenzado a incorporar registros vinculados a seguros, respondiendo a demandas específicas. Semanalmente, el equipo técnico procesa la información y genera reportes que se comparten con áreas como logística, comercialización, gerencia y directivos. También se trabaja con administración y finanzas, particularmente en la estimación de rendimientos, un dato clave ya que la cooperativa financia a sus productores. Esta información permite evaluar la situación financiera de los socios y respaldar decisiones administrativas con datos confiables.

Desafíos y expectativas superadas

La implementación de la herramienta digital en la URF implicó un proceso de adaptación que requirió modificar rutinas ya establecidas, especialmente en el trabajo diario del equipo técnico. Según Federico, este tipo de transformación conlleva desafíos propios, pero también abre oportunidades. 

Loaces destaca que la digitalización permitió acceder fácilmente a la información, facilitando la continuidad del trabajo técnico. Con el tiempo, descubrieron beneficios que no habían anticipado. Todos los usuarios comenzaron a utilizar la herramienta con cautela, pero a medida que ganaban confianza, ampliaron su uso y aprovecharon más sus funciones. Iniciaron motivados por necesidades concretas, no por curiosidad tecnológica, lo que facilitó una adopción más efectiva.

Además, el intercambio permanente entre los usuarios y el proveedor permitió realizar ajustes personalizados, mejorando así la usabilidad y adaptabilidad de la plataforma a sus necesidades reales. Esta experiencia demuestra que la digitalización del agro no es solo posible, sino también necesaria y beneficiosa para todo el ecosistema productivo.

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